Una sinfonía coral, cincuenta voces de cincuenta almas, un solo lamento entre el humo de los sahumerios de sus estertores, consecuencia de un accidente de tráfico entre un autocar y un todoterreno que no iba a ninguna parte. El relato discurre en el intervalo de dos horas que tardó en extinguirse la humareda, durante el cual, escindidas y mezcladas las conciencias, confesaron, entre efluvios, en borrosos diálogos de implacables azogues, los más recónditos secretos de la sinrazón de sus existencias, mientras vagaban en los entresijos de sus agonías.
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