De las 1.158 páginas de las obras completas de Lewis Carroll, seudónimo que el Rev. Charles Lutwidge Dodgson utilizó por primera vez en 1865 al publicar Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, Leopoldo Panero seleccionó y tradujo algunos de sus cuentos “humorísticos”. Son, como escribe el propio Carroll a modo de introducción a Un lugar complicado (incluido en este volumen), cuentos que plantean “una o más cuestiones matemáticas ―de aritmética, álgebra o geometría, según el caso― para el entretenimiento, y posible edificación, de los lectores…” Es que el humor de Lewis Carroll proviene de la implacable lógica matemática y no de la jocosa ironía.
Por ejemplo, en Los dos relojes, Carroll inicia el cuento preguntando al lector qué prefería : un reloj que marcase la hora exacta una vez al año u otro que lo hiciera dos veces al día. El lector, que es un hombre sensato, responde que prefería el segundo. Pero Carroll sigue preguntando qué reloj elegiría : uno que no funciona en absoluto u otro que se atrasara un minuto al día. El lector sigue contestando que elegiría el segundo. Pues bien, querido lector, nos demuestra que no sólo.
Thursday, November 23, 2017
Matemática demente (Marginales)
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